Cuatro cualidades hay en los discípulos: En quien es rápido para comprender, mas rápido también para olvidar, su ganancia se arruina por su pérdida. En quien es lento para comprender, mas lento también para olvidar, su pérdida se compensa con su ganancia. Quien es rápido para comprender, mas lento para olvidar, es sabio. Y quien es lento para comprender, mas rápido para olvidar, posee el peor defecto.