Rabí Levitas, varón de Yavné, dice: Sé de espíritu modesto en extremo, pues el porvenir del hombre es la putrefacción. Rabí Yojanán ben Beroka dice: Todo aquel que profana el Nombre del Cielo en privado es retribuido en público. Y no ha diferencia entre falta involuntaria o premeditada con respecto a la profanación del Nombre del Cielo.